Se puede considerar el llanto del bebé como la primera forma de comunicación verbal que desarrolla el pequeño.
Cómo interpretar el llanto del bebé
Siempre existe alguna razón que lo motiva, aunque no siempre sea fácil para los padres descifrarla, provocando en dichos casos una angustia y estrés, sobre todo en el caso de padres primerizos, que no saben cómo reaccionar. No es sencillo establecer una clasificación general de tipos de llanto, y la mejor guía será sin duda la propia experiencia, aunque como referencia aproximada ofrecemos la siguiente:
• Llanto por hambre: es el más usual, y también el más fácil de calmar; comienza de manera enérgica e irregular, yendo en aumento en cortos periodos con una tonalidad grave. En ocasiones basta para calmarlo hacer que el bebé succione un chupete.
• Llanto por dolor: puede deberse a los cólicos que sufren los bebés hasta los tres meses, cuando se producen frecuentemente espasmos intestinales tras las comidas. Es un llanto de inicio abrupto, largo y muy agudo, al que sigue una pausa más o menos prolongada para la toma de aire y una serie de pequeños cortos gemidos.
• Llanto por enfermedad: suelen ser gemidos de poca intensidad y muy prolongados.
• Los bebés también lloran si sienten molestias (pañal húmedo o exceso de calor-frío) o por simple aburrimiento.
¿Cómo reaccionar ante el llanto del bebé?
Bastará seguir un simple protocolo de actuación para dar con origen del llanto:
1) Asegurarse de que el bebé está bien físicamente; comprobar que respira sin problemas, que los labios y dedos de pies y manos estén tibios y rosados, que no tiene zonas enrojecidas o cortes…
2) Recordar si el bebé comió lo suficiente y a sus horas habituales, y si posteriormente expulsó los gases. Si no es así, alimentarle o ayudarle a expulsarlos.
3) Comprobar que no existen elementos que puedan haber provocado una sobreexcitación en el bebé, como pudiera ser un exceso de ruido o luz.
4) Verificar que el pañal no está sucio, y que bebé no tiene un exceso de calor o frío tanto en su habitación como en su cuna.
5) Se puede tratar de relajar al bebé a través de música suave o canciones cantadas a baja voz.
6) Por último, y si vemos que no se duerme, podemos cargarlo sobre el pecho, aunque siempre tratando de evitar que esto se convierta en un hábito.
¿Y tú? ¿Qué trucos puedes aportar para saber interpretar el llanto del bebé o para calmarlo y que se quede como el de la foto de arriba? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
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