Seguramente en más de una ocasión hayas oído hablar sobre el metabolismo y cómo éste es tan importante para tu cuerpo. Quizás hasta este punto no sepas exactamente de qué se trata, pero sí tienes una idea acerca de lo fundamental que es mantenerlo al día para poder tener una vida saludable.

Bien, en palabras cortas, el metabolismo es un proceso químico llevado a cabo en el organismo y que permite la transformación de los alimentos que ingerimos, en energía, de manera que nuestro cuerpo pueda realizar desde las tareas más básicas como respirar, pensar o dormir, hasta las más complejas y demandantes como practicar ejercicio, realizar algún tipo de esfuerzo, etc.

Un metabolismo bien cuidado o rápido significa un cuerpo más saludable, pues de esta manera se consumen más energías a lo largo del día, permitiéndonos tener un mejor control en cuanto a la combustión de lípidos o carbohidratos que podrían almacenarse en nuestro cuerpo, en forma de grasas.

Como ya te podrás haber dado cuenta, el metabolismo desempeña una función vital en nuestro organismo y por eso hay que tenerle especial cuidado para no ir deteriorándolo, y es que factores como la falta de ejercicio, la edad, el género o hasta las enfermedades, pueden influir directamente en su estado, dando paso a un metabolismo lento y con ello todos los padecimientos que acarrea (mayor cansancio, aumento de peso, etc.). Por esa razón, si crees que sufres de este problema, a menos que se trate de alguna enfermedad congénita o algo parecido, puedes realizar algunos cambios a tu vida diaria para empezar a gozar de un estilo más saludable.

Existen muchos alimentos que por su naturaleza aceleran el metabolismo y permiten una mejor combustión del tejido adiposo. Algunos de ellos son el kiwi, el café, el chile, la piña, los cítricos, las carnes magras, el pollo, pescado, etc. Incluyéndolos en tu dieta, sin duda te garantizarán una vida más sana en menos tiempo de lo que te imaginas.

Lo mejor de todo es que los ejemplos mencionados más arriba fácilmente pueden ser conseguidos en cualquier súper mercado y de la misma forma, puedes emplearlos sin problemas a tu nuevo régimen alimenticio. Pero recuerda que no sólo se trata de qué alimentos comer, sino también hacerlo de la manera correcta, pues tal y como se venía mencionando en un artículo anterior sobre la importancia del desayuno, alimentarse cuando menos tres veces al día nos permitirá tener un metabolismo más rápido, incidiendo directamente en la quema de calorías y por tanto, la pérdida de grasa almacenada en nuestro cuerpo.

El ejercicio es otro de nuestros grandes aliados para poder activar nuestro metabolismo. Al llevar a cabo algún tipo de actividad física, nuestra temperatura corporal aumenta de manera considerable, por lo que el cuerpo mismo debe emplear más energías para poder regularse. Es un simple mecanismo de defensa, pero que ha mostrado su efectividad a la hora de quemar grasas.

También debes tener en cuenta que, si bien todos los ejercicios son excelentes para perder peso, hay otros que resultan más eficaces, tales como los levantamientos de pesas, debido al efecto EPOC que desarrollan, permitiendo un mayor consumo de oxígeno a lo largo del día, y por ende, una mayor combustión calórica. No te preocupes, que las mujeres también podemos levantar pesas sin miedo a quedar como atletas de alto rendimiento.

El descanso también influye de manera notoria para lograr nuestro cometido. Cuando no dormimos bien el cuerpo entra en un estado de estrés que propicia a la producción de una hormona conocida como cortisol y que junto a otra llamada grelina, tienen un alto impacto en un mayor apetito. A su vez, también se genera la hormona leptina que hace el papel de regular la saciedad del estómago. Por esa razón, es importante que duermas 8 horas al día y por qué no, tomar una siesta de 15 a 20 minutos.